Miguel sienta las bases de si lederazgo para su posicionamiento dentro del PRD.
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El candidato a la presidencia de la República en las pasadas elecciones por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas Maldonado, ha decidido asumir su rol de líder dentro de la organización, adquirido en el fragor de la lucha por el poder político de la nación
El candidato a la presidencia de la República en las pasadas elecciones por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas Maldonado, ha decidido asumir su rol de líder dentro de la organización, adquirido en el fragor de la lucha por el poder político de la nación
Por Héctor Marte Pérez / El Caribe
Más temprano de lo que muchos esperaban, Miguel Vargas ha comenzado a demostrar que piensa jugar un rol activo dentro del PRD. Ahora más curtido en las lides políticas que hace dos años, el empresario de la construcción parece decidido a luchar por su espacio.
El ex candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) habría decidido abandonar el bajo perfil que había mantenido antes de luchar por la candidatura presidencial, para en lo adelante, asumir un papel protagónico, a juzgar por su rápida y contundente reacción al primer llamado de concertación hecho por el presidente Leonel Fernández en su condición de Presidente reelecto.
En medio de la resaca electoral tras las votaciones del pasado viernes 16 de mayo, Miguel Vargas sorprendió a muchos con un breve pero conciso documento público en el que descalificaba a Fernández para convocar a los partidos, alegando que el mandatario había “comprado” las elecciones.
En el mismo comunicado, el ex candidato perredeísta advierte que el partido blanco está en la obligación de hacer una “firme” oposición “colocándose al lado de los mejores intereses del pueblo dominicano”.
Con su pronunciamiento, Vargas parece enviar un doble mensaje. El primero tiene que ver con el papel que él entiende debe hacer su partido en la actual coyuntura, frente a la segunda gestión peledeísta.
En segundo lugar, advertiría a sus compañeros de partido que pasadas las elecciones, no piensa asumir el rol pasivo que antes lo caracterizaba, y que ejercerá a plenitud el liderazgo que se ha ganado, primero con la amplia votación con el que fue electo candidato presidencial hace más de un año y más recientemente con el 40% de los votos obtenido en los comicios.
Vargas, con experiencia casi nula en competencias electorales, no sólo logró imponerse en el proceso interno, derrotando a figuras emblemáticas de su partido, sino que logró atraer a todos los que fueron sus oponentes. La integración de perredeístas en la campaña fue casi total, con algunas excepciones que confirmaron la regla.
En relativamente poco tiempo, Vargas, que hasta el momento no había participado en las tradicionales luchas de tendencias, y que más bien era un recaudador del partido vinculado directamente a José Francisco Peña Gómez y luego a su esposa, logró crear su propio grupo dentro del PRD.
Lo interesante ahora es ver si esos dirigentes vuelven a sus orígenes o siguen alineados con Miguel Vargas para batallas futuras.
Acumula poca experiencia
La única experiencia de competencia interna que tuvo Miguel Vargas fue su enfrentamiento con Julio Maríñez por la candidatura a síndico del Distrito Nacional para los comicios de 1998.
Finalmente no hubo ganador, y Peña Gómez asumió la nominación.
Para armar su equipo, Vargas se nutrió de dirigentes de otras tendencias, así como de una serie de figuras jóvenes.
Podría chocar con Hipólito Mejía
En su decisión por consagrarse como líder del PRD, o al menos como cabeza de grupo, Vargas podría chocar con los dirigentes que ejercen control en la estructura, entre ellos el ex presidente Hipólito Mejía.
Entre Vargas y Mejía las relaciones se han enfriado en ciertos momentos. En gran parte de la campaña, el candidato quiso desvincularse del ex mandatario para no cargar con el fardo de su gestión.
Sin embargo, Mejía asumió un rol activo en el último tramo, cuando fue nombrado “padrino” de la candidatura en San Cristóbal. Pero ni siquiera en ese momento aparecieron juntos en una actividad.
El equipo de Vargas
Alfredo Pacheco
El político
El político
El ex presidente de la Cámara de Diputados acompañó a Vargas desde el principio, y fue nombrado director Político de la campaña.
No era miembro de ninguna otra tendencia en el PRD. Ahora es un “miguelvarguista”
Carlos Gabriel García
El comunicador
El comunicador
Anteriormente pertenecía al grupo de Fello Suberví, del cual fue vocero en el proceso del 1999-2000.
Trabajó en la estrategia del grupo de Vargas, pero sobre todo en el aspecto de la comunicación.
Neney Cabrera
El ejecutivo
El ejecutivo
Joven diputado cercano a Vargas, su designación como director de la campaña creó cierto malestar, debido a que había tenido poca experiencia en esas tareas.
Logró ejercer sus funciones de forma efectiva y discreta.
Peggy Cabral
Vínculos con Peña
Vínculos con Peña
La viuda de Peña Gómez apoyó a Vargas desde el principio, aunque en la competencia participaba Milagros Ortiz Bosch, otra figura cercana a Peña Gómez.
Fue la mujer más activa en la campaña del PRD.
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